lunes, 30 de mayo de 2016

Mis héroes son todo lo contrario de los héroes actuales

Cuentan que Sigmund Freud, cuando los miembros del partido Nazi quemaron los libros de escritores que no eran afines a su ideología, manifestó: “Estamos progresando, antes quemaban a las personas, ahora se conforman con quemar sus libros.” Esta frase la manifestó con motivo de la quema de libros realizada en la plaza de la ópera de Berlín el 10 de mayo de 1933.
Independientemente que el tiempo iba a mostrar que la percepción de Freud fue errada, su frase se puede aplicar para el contraste que se puede hacer entre los héroes del pasado y los héroes de la actualidad. En efecto, hemos progresado porque en la actualidad la mayoría de héroes nacionales están asociados a la actividad deportiva y no a personas vinculadas con la actividad de la guerra.
En el pasado los héroes de las diferentes naciones eran soldados o generales de los ejércitos. Se trata de personajes que realizaron acciones fuera de lo común en conflictos bélicos relacionados con invasiones, la independencia u otras acciones consideradas como agresiones para los nacionales de un determinado territorio.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta la relación que existe entre la guerra y el fútbol. Entre estas dos actividades se da un paralelismo en que los directores técnicos representan a la figura del General del Ejército, los jugadores a los soldados, los partidos de fútbol las batallas y los diferentes campeonatos las guerras que han de ser peleadas.
Debido a esta relación los héroes de la actualidad, en su mayoría, suelen ser futbolistas. Especialmente los medios de comunicación, se han encargado de elevar al rango de héroe a jugadores que han ganado un partido de fútbol con la Selección Nacional y ni se diga si ese triunfo se ha dado en un campeonato mundial.
Lo mismo sucede cuando se trata de un campeonato entre clubes. En las diferentes confederaciones se desarrollan anualmente campeonatos para decidir cuál equipo es el mejor de cada confederación y, finalmente, todos los diciembres, se realiza el campeonato mundial de clubes para establecer cuál es el mejor equipo del mundo.
El gol o las intervenciones de los arqueros son magnificados en aras de crear héroes mediáticos. Aunque se trata de un deporte colectivo existe la necesidad, por parte de los periodistas, de crear héroes que ni siquiera pueden expresarse de manera adecuada en esos mismos medios de comunicación. ¡Paradoja de paradojas!
Ni los soldados de antes, ni los jugadores de fútbol de la actualidad, forman parte de las personas a las que se les puede calificar de héroes. Desde mi perspectiva, existen otras personas que merecen más ese calificativo por los aportes que han dado o están dando a la humanidad; en otras palabras, mis héroes no son mediáticos, al contrario, se trata de personas que para los periodistas no son dignos de una información o de una entrevista.
¿Cuántos costarricenses conocen a los investigadores costarricenses que trabajan en la producción de sueros antiofídicos o en la cura de enfermedades tropicales? ¿Por qué los costarricenses saben el nombre de los jugadores de fútbol y no saben los nombres de aquellas personas que trabajan en favor de la cura del cáncer o en el análisis que hacen otros investigadores para entender el comportamiento sísmico o el vulcanológico de nuestro territorio?

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