lunes, 2 de mayo de 2016

La Asamblea Legislativa de Costa Rica es una vergüenza

La situación que se viene dando en la Asamblea Legislativa, francamente, es impresentable. Después de tres votaciones y no alcanzar la mayoría absoluta de votos para ser electo presidente, quedó designado el diputado Antonio Álvarez Desanti; es decir, uno de los representantes más rancios de la derecha financiera costarricense y como no podía ser de otra manera, con el apoyo del Movimiento Libertario (ML), los partidos que se denominan religiosos y con la complicidad descarada del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Con esta elección queda claro cómo se va desarrollar la dinámica política en el próximo año y sobre todo, que la reforma tributaria se intentará hacerla recaer (otra vez) en los hombros de los trabajadores por medio del argumento que el déficit fiscal sólo debe ser atacado por medio de la reducción del gasto público.
Álvarez Desanti ocupó la presidencia de la Asamblea Legislativa en tiempos del gobierno de José María Figueres Olsen (1994-1995). Si por la víspera se saca el día, no podemos esperar nada diferente a lo que aconteció en aquella oportunidad; se trata de un diputado que desde el congreso promovió la aprobación de la nefasta Reforma a la Ley de Pensiones del Magisterio Nacional y proyectos para cerrar, entre otras instituciones el: Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), Consejo Nacional de Producción (CNP), Dirección Nacional de Desarrollo Comunal (DINADECO), etc.
Da vergüenza observar la conducta que adoptan los diputados de partidos que se hacen llamar cristianos. En lugar de unirse y legislar para lograr una mayor equidad social y una estructura tributaria que no se sustente entre los que menos tienen, se hacen una mancuerna con los grupos que favorecen a los que no pagan impuestos y con aquellos que han fomentado que Costa Rica se haya convertido el país más desigual de América Latina (PLN, PUSC y ML).
Ahora bien, si lo de los partidos que se hacen llamar cristianos da vergüenza, lo del PUSC es sencillamente abominable. En lugar de llegar a un acuerdo con el Partido Acción Ciudadana y el Frente Amplio, quienes tienen una posición tributaria equilibrada y que buscan que paguen impuestos los que no lo hacen, deciden asumir una posición en la que terminan sirviendo en bandeja la presidencia de la Asamblea Legislativa al Partido Liberación Nacional (PLN).
Así las cosas, los trabajadores de todo tipo lo único que pueden esperar del nuevo directorio de la Asamblea Legislativa es que se vuelva a favorecer, en materia tributaria y en otras materias, a los sectores que han acumulado riqueza a costa del resto de la sociedad costarricense. Evidentemente uno no puede esperar que las personas más afectadas entiendan los juegos políticos que se dan en el Parlamento, especialmente, porque su centro de interés está en otras actividades como el fútbol, la farándula y en las banalidades que presentan los medios de comunicación colectiva de este país.
Incluso hemos podido ver que entre las personas que medio entienden lo que ha pasado, hay gente que trata de justificar un hecho tan vergonzoso como el ser el país más desigual en la región más desigual del mundo. Conviene aquí citar unas palabras de María Isabel Carvajal, Carmen Lyra, que en un texto denominado “El grano de oro y el peón”, manifiesta algo que no ha cambiado y se aplica también para lo sucedido en la Asamblea Legislativa:
“Cada vez que se va a elegir un nuevo Presidente de la República, los grandes cafetaleros y otros capitalistas se ponen de acuerdo para lanzar un candidato que ofrezca las mayores garantías a sus instintos de rapiña, que no los obstaculice en su tarea de exprimir sin piedad las fuerzas del prójimo. Mientras los trabajadores del campo y de la ciudad sigan creyendo que la organización social en que viven es intocable, que vale más malo conocido que bueno por conocer y mientras continúen desunidos, tendrán que vivir a las puertas de la miseria. ¿Acaso no les importa que sus hijos y nietos sigan siendo explotados en la misma forma en que ellos han sido explotados?” (Lyra y Fallas, Ensayos Políticos, 1999, p.95)
Dudo que la mayoría de estos diputados que le otorgaron el benemeritazgo a nuestra querida escritora, hayan leído algo del pensamiento político. Siendo muy optimista, tal vez han escuchado de alguno de los personajes de sus cuentos y no porque los hayan leído, sino porque los han escuchado mentar en los medios de comunicación o porque han asistido al Parque Nacional de Diversiones.
Como dicen: El último que apague la luz y cierre la puerta. ¡Estamos bien jodidos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario