lunes, 29 de mayo de 2017

La división de poderes es un mito

La elección del Presidente de la Corte Suprema de Justicia terminó de desnudar las relaciones de poder que se están tejiendo alrededor de un grupo que está acaparando los principales puestos de decisión del Estado costarricense. Una foto en la que aparecen diputados y magistrados se encargó de evidenciar lo que las personas, más o menos informadas sabemos, a saber: los puestos de decisión de la administración pública están vinculados a ciertos grupos que tienen la posibilidad de incidir en esos nombramientos.
La foto, dicen, se hizo en una finca de uno de los dueños de una empresa de transportes. Uno no sabe qué pensar, es decir, si se trata de una torpeza por parte de estas personas o si es una manifestación de poder frente a otros grupos; dicho de otro modo, en el pasado ese tipo de reuniones se daban en la más absoluta discreción, aplicaba aquello: “La mujer del César no solo debe serlo sino parecerlo”
En lo particular celebró que la foto haya salido a la luz pública porque alguna gente puede darse cuenta de la realidad. La división de poderes y una serie de dogmas que establece las filosofías y teorías relacionadas con la Política y el Derecho, son discursos cuyo objetivo fundamental es ocultar lo que sucede en realidad; seamos claros, en un país como el nuestro casi todos nos conocemos, en especial, los que están en los puestos de élite y que suelen coincidir en las recepciones y demás espacios de encuentro. ¡Ya nadie engaña a nadie!
Por eso es claro que hay un grupo que ha ido posicionando sus fichas en la Corte Suprema de Justicia y en otras instancias de la administración pública. En la actualidad no es necesario tener méritos académicos o profesionales para ser elegido magistrado, lo que se requiere es tener el visto bueno de los poderes reales que influyen en la decisión; dicho de manera sencilla y clara, la elección de magistrados se formaliza en la Asamblea Legislativa pero se planea y se acuerda en un lugar diferente a ese poder de la República.
El problema no está en que exista este grupo y que articulen sus intereses nombrando personas que les son afines, el problema está en que las demás personas o grupos asumen una actitud indiferente y dejan que estos personajes hagan a sus anchas sin ningún contrapeso. Desgraciadamente el perfil de los que están accediendo a puestos de decisión ha venido a menos desde hace mucho tiempo y que conste, no me estoy hablando de atestados académicos que ahora hasta se pueden comprar, me refiero al señorío del que llega a servir al país, al que actúa tratando de adoptar la mejor decisión para beneficio de la colectividad.
De esos ya quedan muy pocos. Y los pocos que quedan, no quieren meterse en esos espacios en los que pululan los politiqueros, arribistas y demás espíritus pequeños. No obstante, esta actitud de desentendimiento lo único que hace es dejarles todo el espacio para que sigan llevando al país y a todos nosotros al despeñadero.

domingo, 21 de mayo de 2017

Cruz y Navas

No soy muy aficionado al fútbol, es más, a veces me obstina su omnipresencia en todo lado y en especial, en los medios de comunicación. No obstante, no se puede negar la influencia que los jugadores de este deporte tiene en la sociedad costarricense y en concreto, en la conducta de los más jóvenes, adolescentes y niños.
Uno quisiera que estos grupos etáreos pudieran fijar la mirada en otras personas que se desempeñan en áreas diferentes del quehacer humano y que han brindado aportes más significativos a la humanidad. En el fútbol no todo son tatuajes, frases hechas, gente con dinero pero con una cultura muy limitada; en efecto, hay personas que practican ese deporte que se salen de la media y sí son dignos de ponerse como ejemplo para nuestros jóvenes.
Ahora bien, el ejemplo viene dado no tanto por haber logrado el éxito sino por los sacrificios que debieron hacer para llegar a donde están ahora. Se trata de personas que con su esfuerzo, trabajo duro y teniendo que superar muchos obstáculos, lograron abrirse campo en culturas y lugares que, inicialmente, fueron resistentes a abrirles la oportunidad a estos costarricenses.
Cualquiera que le haya tocado desplazarse a otro país y comenzar un nuevo proceso de vida, sabe que superar el desarraigo no es nada fácil. Hay países, afortunadamente no todos, que manifiestan un rechazo al extranjero y muchos de sus ciudadanos hacen lo posible para dejar clara esa situación; lo anterior se hace más complicado cuando el extranjero debe luchar por un puesto laboral, deportivo, universitario, empresarial, etc.
Las historias de Cruz y Navas son dignas de destacar porque encarnan lo mejor del costarricense. Su historia de vida está vinculada con la de muchos compatriotas que siempre han creído que sí podemos hacer las cosas y que sí podemos salir adelante sin necesidad de serruchar el piso a absolutamente a nadie. Se trata de personas que han salido avantes, sobre todo, con trabajo duro y una gran disciplina.
Shirley Cruz ha narrado cómo tuvo que enfrentar la orfandad de sentirse sola en un país extraño. No es nada fácil enfrentarse a una cultura diferente, en la que no es posible comunicarse,; sin embargo, pese a las dificultades, logró salir adelante y con mucho sacrificio, abrirse campo hasta ser hoy una jugadora profesional que se ha ganado el respeto de la mayoría de personas a nivel nacional e internacional.
Keylor Navas también ha narrado los esfuerzos que debió hacer para lograr convertirse en jugador de fútbol y estar ahora en el Real Madrid. Insisto, su ejemplaridad no está en que ahora tenga mucho dinero o que sea titular en un club como el de la capital española; al contrario, es digno de ejemplo porque ello lo ha conseguido con base en mucho esfuerzo y trabajo, aún ahora, ante las críticas, siempre ha optado por evitar las excusas y por trabajar más para lograr sus metas.
Alguna gente considera que los éxitos de Cruz y Navas se deben a la fe que profesan a una determinada deidad, sin embargo, sin desconocer el efecto que las creencias tiene en la voluntad de las personas, es conveniente que nuestros jóvenes comprendan la necesidad de esforzarse y trabajar duro para conseguir las metas que uno se propone. Dicho en otras palabras, se está más cerca de salir adelante y lograr nuestros propósitos, cuando se persevera con disciplina en una determinada dirección, ello con independencia de la fe que se profese.
No profeso ninguna fe y siempre me ha parecido que la fortuna es demasiado azarosa. Conozco gente muy creyente que, pareciera, siempre tienen los santos de espalda y viceversa, personas no religiosas que son afortunadas y que no han hecho mucho por merecer esa fortuna.
A la fortuna yo le solicitaría que fuera más clara, es decir, que dijera qué acciones debo hacer para ser sujeto o acreedor de sus favores. Y aunque esa claridad no existe, no cabe duda que si se trabaja duro y se persevera con disciplina, hay mayores posibilidades que la fortuna toque a la puerta de cada uno de nosotros.
¡En buena hora el ejemplo que dan Shirley Cruz y Keylor Navas a nuestros jóvenes!

lunes, 15 de mayo de 2017

La mayoría de los seres humanos no tienen memoria

La mayoría de la gente no tiene memoria. Esa es la conclusión a la que cualquier persona al observar lo que está pasando en este mundo, ya que es lo único que justifica los triunfos de una serie de personajes que vociferan frases que ya han sido pronunciadas en otro momento y que llevaron a las diferentes sociedades a situaciones que luego lamentaron.
Nos toca hablar, en primera instancia, del mundo occidental. Lo más patético es volver la mirada al continente europeo y corroborar, que hay personas dispuestas a seguir las mismas ideas que llevaron a ese continente a una guerra entre 1939 y 1945; pareciera que en esos lugares no les enseñaran historia y que los más jóvenes, no se hubieran enterado nunca lo que les aconteció con sus abuelos.
Resulta asombroso que las ideas de la extrema derecha cuente con personas dispuestas a votar a sus promotores. Desde los países escandinavos hasta los países del sur de europa, se escucha de grupos que abogan por ideas que se creían superadas; no obstante, eso es posible, porque la democracia abre espacios de disenso que son aprovechados por estas personas para difundir su mensaje de odio étnico y de xenofobia.
Las ideas de izquierda, lamentablemente, en la mayoría de los países han sucumbido a la dinámica histórica del lucro y en interés particular. En efecto, no se puede decir que en esas ideas fracasaron en lo económico, en esos países la mayoría de las personas han vivido mejor después de la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, como suele suceder, la segunda o tercera generación olvida lo que vivieron sus antepasados y vuelve sobre los mismos vicios que decantaron tragedias como el nazismo, el fascismo y demás ismos.
Como no podía ser de otra forma, el continente americano no ha estado exento de estas tragedias. América ha visto un proceso de desregulación de las actividades financieras y ello llevó a que se diera la crisis de 2008, situación que afectó esencialmente a los que menos tienen. Desgraciadamente, los especuladores financieros también tienen acaparados el poder político e ideológico, situación que les permite manipular a los más débiles de la sociedad.
Así las cosas, lo que tenemos es a una masa inmensa de personas desencantadas y que están dispuestas a creer en discursos demagógicos de derecha y de izquierda. Podemos ver lo que ha pasado en Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Colombia y Chile, por mencionar sólo estos, en que el pensamiento neoliberal económico ha hecho de las suyas desde los años ochenta del siglo XX; en contraste, es posible señalar lo acontecido en Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Brasil y Argentina, en que las ideas de izquierda tuvieron mayor fortuna pero no mejores resultados.
Lo anterior lo único que nos reafirma es que el ser humano, históricamente, presenta los mismos vicios que lo han llevado a sus peores desgracias. Desde la génesis, el promedio de las personas nos interesa estar bien nosotros y una vez que eso sucede, tal vez, puede ser que nos preocupen los demás; ahora bien, para satisfacer ese interés estamos dispuestos a mentir, engañar y si eso no da resultado, no tenemos el menor escrúpulo en usar la violencia para conseguir satisfacer nuestros intereses.
No lo digo yo, lo han dicho los mayores filósofos políticos de la historia. A lo largo de la historia la mayoría de los seres humanos se han caracterizado por ser: interesados, mentirosos y violentos.
¡Espero que no me salgan con las excepciones de siempre!

lunes, 8 de mayo de 2017

La desprotección de los consumidores ante las empresas

Lo que le pasó a doña Eugenia Cartín, me atrevo a asegurarlo, nos ha pasado a cualquiera que haya contratado un servicio de internet en su casa. Alguna gente ha criticado la forma en que ella se expresó al hablar por teléfono, pero es evidente que para ese momento ya había llamado quién sabe cuántas veces y, como muchos de nosotros, se había enfrentado a la ineptitud de personas que son incapaces de resolver el problema con la conexión que ella tenía en su hogar.
Actualmente habemos muchos que necesitamos una conexión estable de internet para trabajar. Al igual que doña Eugenia que trabaja como traductora y necesita el correo electrónico o cualquiera de las aplicaciones existentes para entregar su trabajo, muchos requerimos del internet para recibir trabajos, investigar y posteriormente remitir los informes o análisis por los que nos contratan; en otras palabras, la conexión estable a internet se ha vuelto algo imprescindible para los que hacemos teletrabajo y el perjuicio que se nos ocasiona cuando la conexión a internet se cae, es sumamente grande.
Hay personas que todavía pueden ser más perjudicadas cuando la conexión a internet se cae o no funciona con la velocidad real contratada. Conozco a un amigo que se gana la vida haciendo transacciones financieras internacionales que van desde apuestas deportivas hasta inversiones relacionadas con la compra de acciones de empresas y demás productos financieros, para él una desconexión momentánea puede representar la pérdida de sumas de dinero importantes o la incertidumbre en relación con la acreditación o no de una transacción en una entidad bancaria o en un puesto de bolsa.
Me identifico plenamente con doña Eugenia porque yo he vivido una situación similar. Contraté el servicio de internet en una empresa ubicada en Sabana oeste, lo anterior porque en ese momento la empresa ubicada en Sabana norte dijo que no tenía conexión donde vivo. Pues bien, durante un tiempo el servicio se mantuvo más o menos estable, sin embargo, al tiempo comenzó a caerse la conexión y comencé a padecer con ese problema.
Al igual que doña Eugenia, llamaba y el problema no lo resolvían. En efecto, uno llama al número que brinda la empresa para estos menesteres y se encuentra, en no pocas ocasiones, con que “todos nuestros operadores están ocupados”; si se tiene la suerte que se “desocupe” el operador, se topa uno con una especie de persona estandarizada que te pregunta siempre lo mismo: número de contrato, datos personales, servicios contratados y luego comienza el padecimiento con el rollo del módem.
Usualmente los operadores lo que hacen es hacerte preguntas en relación con situaciones básicas que no requiere de ser un experto para resolverlas. Te preguntan que si el módem está encendido, si la luz del aparato está en rojo y cosas de ese tipo que se resuelven apagando y encendiendo el aparato; empero, el verdadero suplicio viene cuando el problema no se resuelve tan fácil, cuando es un asunto de configuración o peor cuando es un asunto relacionado con la central de comunicaciones.
Imagino la frustración de una señora como doña Eugenia cuando le dicen que la van a pasar con un técnico. Y es que cuando eso sucede, la cosa se complica porque te piden hacer una serie de procedimientos que requieren cierto nivel de comprensión en relación con la configuración del módem; en otras palabras, según ellos, casi siempre cuando la señal de internet se cae es porque existen problemas en que se requiere volver a configurar el aparato y ello implica entrar en el software que rige el módem. ¿Se imaginan a una persona que nunca se ha ocupado de ese tipo de procedimientos siendo dirigida por teléfono por un técnico?
Los técnicos suelen pensar que todas las personas son informáticos. Me ha pasado que a pesar de hacer todos los procedimientos indicados por el técnico, el aparato no funciona y el fulano suele decir que el responsable de ello es uno; es decir, que quien hizo algún procedimiento mal fue el usuario y que el bruto es uno, no obstante, cuando terminan mandando el técnico a la casa y el aparato tampoco funciona, se dan cuenta que los brutos son ellos; sin embargo, a pesar de ello, uno sigue pagando las consecuencias, a saber: no tiene el servicio, ya no tiene hígado, no le resuelven el problema y lo peor: te siguen cobrando como si nada hubiese pasado.
En consecuencia, el verdadero problema de todo esto es la desprotección real en la que estamos los consumidores. Y no me vengan a decir que vaya a la Defensoría del Consumidor porque la eficacia de ese órgano burocrático deja mucho que desear, de hecho, la mayoría de las personas desisten de ir a esas instancias debido a la inoperancia e impunidad que se da en relación con las empresas; las personas terminan valorando más el tiempo que van a gastar y procurando buscar otras opciones que puedan ofrecer, al menos, mejores garantías en relación con la estabilidad del servicio, aunque igual se topa uno con una serie de empleados que se comportan como robots.
Las empresas hacen lo que les da la gana con el consumidor porque, normalmente, les resulta más rentable pagar las multas que eventualmente les imponen, que hacer una corrección integral de sus falencias para con el usuario. Muchas empresas tienen estudios de las probabilidades de que un cliente lleve un caso hasta las últimas consecuencias y prefieren “trabajar” sobre ese mínimo porcentaje, ya que ello resulta más económico al punto que la atención de estos casos están incorporados al presupuesto de la empresa.
En mi caso me pasé a la empresa de Sabana norte, pero no crean que andan muy largo del servicio de los de Sabana oeste. La despersonalización de la atención al público, al cliente o usuario es igual en ambos casos, empleados que funcionan de manera estandarizada, que les cuesta diferenciar los casos y los problemas, que les cuesta pensar y entender que no todas las situaciones son iguales y, sobre todo, entender que existen personas cuyo trabajo depende de un servicio estable y adecuado de parte de ellos; es decir, no todos los usuarios de internet están bajando “viejas chingas” o viendo estupideces y superficialidades propias de la edad de muchos de los que le contestan a uno en esas empresas.
La protección efectiva del consumidor se debería reflejar en que las empresas, a partir de un caso específico, corrijan sus protocolos para que la experiencia del caso concreto se refleje en el resto de los clientes. No obstante, la política que siguen una buena cantidad de empresas es la contraria, se atiende el caso contrario de manera estandarizada y si el cliente se pone difícil, se le somete a un desgaste hasta ver cuánto aguanta y si continúa de majadero y acude a las vías legales, se atiende el caso tratando de evadir cualquier responsabilidad que le corresponda a la empresa.
Esa es la realidad, lo demás son cuentos ticos y de otras latitudes. Por eso, lo que le pasó a doña Eugenia requiere una reflexión de todos, sin embargo, está claro que hay personas cuya sensibilidad al respecto es nula y refleja una total ignorancia de cómo funciona la relación empresa-cliente en la actualidad.
Ahhh y que no vengan a decir que no todas las empresas actúan así !!!! ¿No han visto, por ejemplo, lo que está pasando con las compañías aéreas? La realidad es que no nos enteramos ni siquiera del 1% de los casos que se dan, al final lo importante es lucrar a costa de lo que sea y mientras a mí no me toque, lo demás y los demás no importan.

lunes, 1 de mayo de 2017

La generación de ALCOA ha quedado debiendo

Recientemente se recordó, nuevamente, lo ocurrido en los años setenta con la empresa Aluminum Company of America (ALCOA). Se trata de un hecho que ha sido asociado y ponderado como el logro más importante, quizás el único, de toda una generación.
Como ha sido la tónica durante muchos años, suelen aparecer reseñas sobre aquel hecho en diferentes medios de comunicación. En consecuencia, las personas que dicen haber participado en las diferentes acciones que se desarrollaron en aquel tiempo, escriben artículos de opinión y promueven la difusión de reportajes sobre lo acontecido, sin embargo, nunca he visto a alguno de estos personajes, hacer una evaluación de lo hecho por esa generación en los años posteriores a ALCOA.
No sé por qué, pero tengo la impresión que el saldo sería total y completamente negativo. Desde el punto de vista ideológico ha habido una incoherencia en relación con los valores y principios que decían defender, da la impresión que con el paso de los años los que defendían los principios de igualdad y solidaridad, han terminado abogando por el individualismo y por la desigualdad. Claro está, como suelo decir, salvo excepciones muy específicas.
El balance como generación es, francamente, pobre. Muchos de los que se decían de izquierda en esa época, han accedido a puestos de toma de decisión en las últimas décadas y nos han legado un país más desigual, menos equitativo, a pesar de que ha habido crecimiento económico; de hecho, la mayoría de esos personajes se beneficiaron del modelo que se desarrolló a partir de 1950 y de las bondades del Estado del Bienestar, algunos han dicho que el problema ha sido que se aburguesaron.
Se trata de una generación que en la actualidad gozan de una buena jubilación. El problema, como también he dicho en otras ocasiones, no es que ellos tengan buenas pensiones; el problema es que no han pensado en los que venimos atrás, no realizaron las acciones para que los demás pudieran contar con pensiones similares a las de ellos o por lo menos con pensiones dignas para que podamos afrontar la vejez. ¡Este es solo un ejemplo!
La generación de ALCOA lo que ha hecho es perpetuar aquel recuerdo como una especie de indulgencia ante la incongruencia que han tenido como generación. Si vemos el hecho de manera desapasionada, encontramos que hay luchas similares a las que no se les ha dado la misma relevancia, aunque tuvieron resultados muy parecidos.
Pensemos en lo acontecido con Industrias Infinito. En el caso de ALCOA, la lucha no impidió que los diputados de la época aprobaran el contrato ley, aunque sí se puede pensar que lo actuado en las calles indujo a la empresa de aluminio a desistir de iniciar operaciones en Costa Rica; empero, en el caso de Industrias Infinito, la lucha sí se ganó en el ámbito legal y también en el plano pragmático, sin embargo, este hecho no ha recibido la ponderación histórica que sí ha tenido el ocurrido en la década del setenta del siglo pasado.
Ahora bien, la diferencia es que la generación de ALCOA ya ha mostrado sus “frutos” y las generaciones posteriores apenas están en ese proceso. En efecto, especialmente, las generaciones que lucharon contra la disminución del presupuesto para las universidades públicas en los años 90, la que se opuso al Combo del ICE a inicio de este siglo, los que cuestionaron el tratado de libre comercio con los Estados Unidos en el 2007 o los que han participado contra la empresa Industrias Infinito, por ejemplo, todavía tienen el beneficio de la duda como generación.
No sé ustedes, pero considero que esa generación de ALCOA ha dejado mucho que desear. Son contados aquellos que se mantuvieron coherentes con las ideas de izquierda que sostuvieron en su juventud, la mayoría, sucumbió a las tesis contrarias y en la actualidad hablan de una solidaridad que no han sabido desarrollar con las acciones que han realizado durante todos estos años.
Cuando decimos esto, nadie está pensando en la falacia del izquierdista pregonada por los miembros de la derecha. En efecto, no se trata de regalar todos los bienes y vivir debajo de un puente para ser un izquierdista coherente; no, se trata de haber realizado acciones para procurar una mayor equidad social para que más personas se pudieran beneficiar de las oportunidades de movilidad social que ellos tuvieron.
Ojalá que los miembros de la generación de ALCOA tuvieran la valentía de hacer un balance de su generación, al menos, aquellos que todavía tienen algún sentido de responsabilidad histórica y autocrítica. No quito importancia a aquel hecho histórico, pero quedarse solo en en ese acontecimiento, refleja la pobreza de resultados que puede ofrecer esa generación.