lunes, 22 de febrero de 2016

Trump: ¿Será posible que lo vayan a elegir candidato presidencial?

Siempre se ha dicho que la política es el arte de lo posible. Cuando uno observa lo que está pasando en la política electoral de los Estados Unidos, no dejar de sorprender cómo un individuo como Donald Trump puede estar a las puertas de convertirse en el candidato presidencial del Partido Republicano.
Se trata de un fenómeno que debe llamar la atención por lo que podría significar si llegara a ganar. Las personas medianamente informadas se habrán podido dar cuenta que su campaña está sustentada con base en un discurso conservador y excluyente, especialmente, en relación con los migrantes.
Estamos en presencia de un auténtico advenedizo político. Se trata de un personaje que hace muy poco era conocido por sus millones de dólares y por su participación en actividades relacionadas con concursos de belleza, programas televisivos relacionados con el reclutamiento de ejecutivos, en fin, un auténtico desconocido en el mundo de la política.
Y es que el Partido Republicano cada vez nos sorprende más con sus candidatos. Cuando se pensaba que la lección de Sara Palin había sido asimilada y capitalizada por esa agrupación política, surge ahora Donald Trump con planteamientos peores en relación con el fenómeno de los migrantes en los Estados Unidos.
Se trata de un discurso que desconoce la historia de ese país del norte de América. Ya no solo olvida que esa sociedad ha sido construida por migrantes de todas partes del mundo, sino de dónde viene su familia y quiénes lo han hecho prosperar en sus negocios.
El problema no es que Trump olvide estas cosas tan elementales, lo preocupante es que sean los electores quienes olviden las lecciones de la historia. No hay que ir muy largo en el tiempo para darnos cuenta lo que ha provocado este tipo de discursos de intolerancia religiosa, étnica o política; todavía está fresco en nuestras mentes lo que ocurrió en la antigua yugoslavia o lo ocurrido en Ruanda en la década del noventa, por mencionar dos ejemplos de finales del siglo XX.
Esperemos que los ciudadanos estadounidenses tengan la inteligencia para no designar a este tipo de personajes, sin embargo, la historia nos muestra que no siempre actúan de conformidad con este atributo. En este siglo XXI eligieron a George Walker Bush como candidato del Partido Republicano y con la complicidad del sistema de elección indirecto de ese país, ello condujo a casi un década que no trajo nada bueno para ese país y tampoco para el resto del mundo. ¡Todavía huele a azufre!
Si hacemos un recorrido retrospectivo hasta la Segunda Guerra Mundial de de los candidatos republicanos que han llegado a la presidencia de los Estados Unidos, nos daremos cuenta que se trata de personajes que han fomentado una política de derecha recalcitrante, una acción militar permanente y una relación vertical con el resto del mundo; recordemos quienes han sido: George Bush hijo y padre, Ronald Reagan, Gerard Ford, Richard Nixon y Dwight Einsenhower.
No estamos diciendo que en el Partido Demócrata solo han existido pacifistas o personas preocupadas por una mayor equidad social, pero sí parece claro que han desarrollado una política menos vertical y más en favor de la equidad social. Aparte de Barak Obama, es necesario recordar a Bill Clinton, Jimmy Carter, Lindon B. Johnson, John F. Kennedy, Harry Truman y Franklin Roosevelt.
En fin, esperemos que los estadounidenses tengan la inteligencia de elegir a la persona que mejor puede conducir los destinos de ese país. Pareciera que Donald Trump no es esa persona y así lo ha dejado ver, sin embargo, hay ciudadanos que a veces no se percatan y se dejan llevar por los discursos demagógicos de ese tipo de personajes.
Leer a los historiadores es una buena opción para no sucumbir ante esos cantos de sirena. Hay gente, todavía, que tienen la creencia de que la historia de la humanidad comenzó en el día en que ellos nacieron. ¡Este error ha engendrado muchos horrores!

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