lunes, 28 de marzo de 2016

No más periodismo corrongo

Recientemente el Colegio de Periodistas llamó la atención sobre el tipo de periodismo que se está dando en el país. Evidentemente no se trata de un tema nuevo, sin embargo, la noticia es que sea el mismo colegio que representa a esos profesionales el que señala la superficialidad del periodismo costarricense.
Son muchos los vicios que se han entronizado en los medios de comunicación colectiva y en los periodistas de este país. Lo primero que debemos decir es que el problema dejó de ser de periodistas jóvenes, es decir, en la actualidad hasta los más experimentados han venido cayendo en este periodismo “light”.
La prensa escrita se ha descarado y ahora no se disimula los intereses económicos que hay detrás de estas empresas periodísticas.  El grupo Nación y el grupo Extra se han posicionado con sus diferentes productos periodísticos como los preferidos por la mayoría de los costarricenses, no obstante, cuando leemos sus contenidos, se puede observar el sesgo a favor de determinados grupos económicos, sociales y políticos.
En materia tributaria, por ejemplo, tienen una posición contraria a una reforma que genere una estructura impositiva menos desigual. Cada vez que se ha planteado la posibilidad de aprobar impuestos directos o de utilizar criterios como la renta global, se pliegan al empresariado que se opone a este tipo de cambios.
La radio no se diferencia mucho de lo que sucede en la prensa escrita. Los dueños de las radioemisoras han promovido la frivolidad, especialmente, en las radioemisoras juveniles; empero, ello se replica en los noticiarios y programas de opinión que están plagados de lugares comunes, opiniones que evidencian ignorancia del supuesto experto y directores a los contenidos que determinan la pauta publicitaria.
No es extraño encontrar que las radioemisoras pertenezcan a los mismos grupos empresariales que controlan la prensa escrita o los medios de comunicación televisivos. Se tratan de “holdings” mediáticos que son controlados, a veces, por familias que también tienen inversiones en el sector financiero o en otros sectores que el gran público nunca va conocer.
La situación con la televisión tampoco es diferente a lo que sucede con los otros tipos de comunicación. Los contenidos que se emiten son deplorables y cada vez se vuelve más patético los diferentes noticiarios que salen al aire, es decir, los televidentes lo único que recibimos es basura televisiva; dicho en otras palabras, hay que tolerar noticiarios con un formato poco equilibrado, con periodistas que buscan figurar en lugar de informar y que son desechados cuando no están acorde con los intereses corporativos.
Una felicitación al Colegio de Periodistas de Costa Rica por haber salido al paso en relación con el desempeño profesional de sus agremiados. Los colegios profesionales tienen el deber de fiscalizar a sus miembros; sin embargo, en este caso es necesario que cada uno de los colegiados y no colegiados reflexionen sobre el tema para evitar lo que en otro tiempo se denominó: “El periodismo corrongo”.

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