lunes, 3 de julio de 2017

El mundo al revés

En esta sociedad del espectáculo, como decía Vargas Llosa, está bien que un futbolista que desaprovecha infinidad de ocasiones de gol, tenga ingresos diez o veinte veces más que un científico que se ha quemado las pestañas, durante muchos años, haciendo investigación.
Una persona que trabaje en la ciencia, nunca tendrá la mitad de los ingresos que recibe Keylor Navas por haber ganado la Champions League, por citar un ejemplo conocido. Estas personas para tener un ingreso digno, aparte de los estudios que han realizado, usualmente, deben impartir clases y producir nuevo conocimiento que se materializa en publicaciones científicas y en otras formas en que se expresa el trabajo intelectual.
Además, tiene que recorrer un camino que en el mejor de los casos supone un mínimo de quince años de trabajo. En efecto, después de obtener su doctorado de investigación, estas personas tienen que hacer una carrera docente, sin embargo, para poder ir ascendiendo y así obtener un mejor salario, requiere: 1) Manejar, al menos, un idioma extranjero. 2) Producir nuevo conocimiento y materializarlo en publicaciones científicas en revistas indexadas a nivel internacional. 3) Impartir lecciones que son evaluadas por los estudiantes. 4) Tienen que realizar trabajos de acción social y extensión docente en beneficio de la comunidad. 5) Estar a disposición de las autoridades nacionales para colaborar en aquellas situaciones que requieran de sus conocimientos.
Teniendo en cuenta lo anterior, uno se pregunta: ¿Por qué los futbolistas sí pueden ganar sumas de miles de dólares y en cambio los científicos no? Quizás los medios de comunicación y los politiquillos de siempre quieran resolver ellos los desafíos que presenta la ciencia en la actualidad o preguntarle a los futbolistas cómo se llega a ello..
Lo anterior lo digo con el máximo respeto para los futbolistas. En buena hora que se puedan ganar la mayor cantidad de dinero que puedan, sin embargo: ¿Por qué las personas que hacen ciencia para el bien de un país no pueden hacerlo también? ¿Por qué se observa como normal que el jugador de fútbol reciba esas ingentes cantidades de dinero y cuando es un hombre de ciencia se cuestiona su salario?
No se puede estar de acuerdo con la forma en que se valora el trabajo de los seres humanos en la actualidad . Las personas que en este momento están investigando para lograr, por ejemplo, la cura del cáncer o del ébola, no son famosos y tampoco tienen una remuneración cercana a la que tienen un tal Messi o a un tal Cristiano Ronaldo; dicho en palabras sencillas, todo está al revés y se justifica lo superfluo en contra de lo importante, es un mundo demencial el que vivimos.
Desgraciadamente Costa Rica no es ajena a este fenómeno. Hay personas que quisieran que no haya científicos, ya que les resulta mejor para sus intereses escuchar explicaciones mitológicas o sobrenaturales en relación con los fenómenos que presenta nuestra realidad.
El día que estas ideas se impongan definitivamente, como decía mi abuelita: ¡Apague y vámonos!

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