lunes, 24 de abril de 2017

Concentración del poder ideológico

Ya ni siquiera se oculta los vínculos mediáticos de los que tienen el poder ideológico en Costa Rica. Sin más, aparece el director de La Nación y el director del noticiario de Televisora de Costa Rica anunciando que van hacer un programa de radio juntos. Antes por lo menos se guardaban las apariencias, pero ya el nivel de indiferencia ha llegado a tal extremo que a la mayoría no le importa esta nueva realidad.
El espectro radioeléctrico del Estado costarricense está en manos de unos pocos y lo explotan, prácticamente, a cambio de nada. Esto no es una observación nueva, muchas personas y grupos lo han señalado, sin embargo, los que tienen el poder económico e ideológico les vale un pepino. Se trata de la expresión y el desplante más desenfadado del poder que ostentan.
El eje entre Televisora de Costa Rica y el Grupo Nación ha sido y es, sumamente perjudicial para la sociedad costarricense. No vamos hablar aquí, como lo hemos hecho en otras ocasiones, de algunas prácticas que vienen desarrollando contra el fisco; al contrario, nos interesa destacar el perjuicio que representan al concentrar el poder ideológico y promover una ideología que justifica la frivolidad, lo superfluo, y un discurso que embrutece un día sí y otro también a la mayoría de miembros de esta sociedad.
Los contenidos de estos medios de comunicación dejan mucho que desear. Basta observar y leer el espacio que le dedican a las actividades intrascendentes (fútbol, espectáculos, toros, etc), para darnos cuenta lo bajo que hemos caído como sociedad. Ahora el desadaptado es la persona que pretende exigir contenidos con algún nivel de seriedad y profundidad, ello es así porque estos grupos mediáticos lo que quieren es tener un auditorio cada vez más embrutecido.
La concentración del poder ideológico está llegando a tales extremos que ahora se incluye, con mayor fuerza, a los grupos religiosos. Ha llamado la atención el despliegue que han hecho de las actividades externas de la Iglesia Católica en particular y los espacios que le dedican a otras denominaciones religiosas. Se trata de utilizar uno de los principales instrumentos que ha desarrollado el ser humano para manejar a grandes contingentes de personas, en otras palabras, se trata de una apuesta que suele dar muy buenos dividendos.
Lo ideológico, a lo largo de la historia de la humanidad, ha tenido en la religión uno de sus principales ámbitos de acción. Los poderes formales y fácticos han utilizado este instrumento para dominar a los miembros de las diferentes sociedades, no ha sido por la fuerza sino por esta vía que se ha logrado establecer un sistema de control que favorece los intereses de las personas que tienen el poder.
La impotencia que surge al ver el rumbo que está tomando nuestro país no tiene límite. Mientras las personas que se han quemado las neuronas tienen que hacer marchas para solicitar apoyo a la sociedad, los que hacen de bufón reciben las mejores remuneraciones por parte de una sociedad vuelta al revés; es decir, por una sociedad que premia al que hace el ridículo y no al que intenta hacer aportes para mejorar las condiciones de vida de sus miembros.
¡Estamos realmente jodidos! ¡Estamos tocando fondo! ¿Qué podemos hacer?
La verdad, no creo que haya una respuesta clara para semejante pregunta.

lunes, 17 de abril de 2017

Venezuela: ¡No podemos volver atrás otra vez!

Venezuela requiere de hacer un alto en el camino. Lo que está pasando en ese hermano país me lleva a reiterar algunas ideas que en su día había expresado estando Hugo Chávez en el poder, en aquel momento escribí un artículo denominado: “Ni con Chávez, ni contra Chávez” en el que indicaba lo siguiente:
“(…) No estoy con Chávez en su deseo de perpetuarse en el gobierno. Recientemente Lula Da Silva expresaba una opinión similar, ya que consideraba necesario que el actual presidente de Venezuela busque un sucesor para que su revolución bolivariana no dependa sólo de él. La reelección indefinida es inconveniente para el régimen democrático, permite la concentración o la tenencia del poder en pocas manos y eso suele generar acciones perjudiciales para el pueblo en el largo plazo.
El defender la alternancia en el gobierno como principio universal de la democracia no implica estar contra Chávez. La política social que ha venido desarrollando ha sido muy beneficiosa para los sectores más vulnerables de la sociedad venezolana. Es imposible estar en desacuerdo con políticas que abogan por una mayor equidad, ya sea en la sociedad venezolana o en cualquier sociedad del mundo.
No obstante, la defensa de la equidad no tiene que ir asociada a la perpetuación en las estructuras de gobierno de una sola persona o un partido. Las sociedades requieren renovar a sus dirigentes porque de lo contrario corren el peligro de anquilosarse y de sufrir una dependencia que genera un régimen vertical y alejado de sus habitantes.
Ni con Chávez ni contra Chávez, lo que se defiende es la alternancia en el gobierno como principio básico de la democracia. No se trata de si Chávez es buen o mal gobernante, no se trata de si está sano o enfermo, no se trata de si su elección es legítima o ilegítima, no se trata de si Chávez es de izquierda o derecha.
Se trata de entender que a lo largo de la historia la perpetuación en el gobierno ha traído, casi siempre, perjuicios para la mayoría de los ciudadanos de las diferentes sociedades en que esto ha acontecido. La lucha por la equidad puede coexistir con la democracia y sus principios, no es necesaria la perpetuación en el gobierno para lograr una mayor igualdad.
Si la denominada revolución bolivariana ha producido los beneficios de reducir la pobreza en más de un 20%, el pueblo venezolano será el primero en defender esa conquista aun cuando Chávez deje el gobierno. La permanencia continuada en las estructuras gubernamentales por parte de una sola persona, lejos de ser una señal de fortaleza es todo lo contrario. Las grandes revoluciones son hechas y mantenidas por el pueblo, no son obra de una única persona y mucho menos de aquellos que se creen imprescindibles.”
Lo que decía para Chávez aplica en casi todo para Nicolás Maduro, salvo que en este momento la economía de Venezuela está en una situación totalmente diferente a la que tenía Chávez en aquel momento. La inflación, como suele decirse, es un proceso de aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios, ello afecta directamente a las clases menos favorecidas de la sociedad en que se produce dicho proceso.
En este momento en Venezuela tenemos a una persona que quiere mantenerse en el poder a toda costa y además, a un gobernante que no ha sabido dirigir una política económica para favorecer a los que menos tienen. Así las cosas, como ha sucedido en muchas ocasiones a lo largo de la historia, si en algún momento el proyecto chavista tuvo como propósito una revolución para mejorar las condiciones de los menos favorecidos, en este momento ello se ha convertido en una pesadilla y no en un sueño que se hace realidad.
El problema histórico de la mayoría de los regímenes que han abogado por la igualdad en la sociedad ha sido su deseo de perpetuarse en el poder. La Venezuela que ha resultado de la gestión de Maduro es un régimen político que impide la alternancia en el poder y que ha sido incapaz de mantener los logros sociales que se le atribuyeron a Hugo Chávez.
Lo que procede, aunque no le guste a muchos, es que en Venezuela se realice un proceso electoral, abierto y plural, en que pueda participar todos los grupos de la sociedad venezolana. Ese proceso debe permear todas las estructuras institucionales, ya que no es conveniente la concentración de poder en ninguna de las actividades que desarrolla el ser humano. Como decía Lord Acton:
“El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente”.

lunes, 3 de abril de 2017

La corrupción y la construcción

En la construcción, aparentemente, es donde está el principal foco de corrupción pública y privada, de Costa Rica y otros países. Resulta asombroso las diversas formas en que en ese sector se mueven los dineros para alimentar la corrupción, en otras palabras, se trata de una actividad con un terreno sumamente fértil para circular dineros de diferente procedencia.
Para tratar de sustentar lo que estamos planteando, pareciera conveniente partir de lo específico a lo general. En consecuencia, vamos a partir de lo privado a lo público, de lo más pequeño a lo más grande, para tratar de explicar lo que estamos diciendo; o sea, vamos a seguir una lógica inductiva que puede hacer más comprensible el fenómeno del que estamos hablando..
Pensemos en una persona que quiere construir cualquier cosa, por ejemplo, una casa de interés social. El primer foco en el que usted comienza a percatarse de la corrupción privada es con los materiales, ya que si se va a cualquier lugar que se dedique a la venta de los mismos, uno va encontrar diferentes precios entre un establecimiento y otro, va a darse cuenta que es posible lograr precios más bajos si regatea los precios e incluso, si usted paga en efectivo, tiene acceso a descuentos que no son posibles al pagar con tarjeta de crédito.
No hay que ser muy versado en finanzas para darse cuenta de la especulación exagerada que se da con los materiales de construcción. Los precios están tan inflados que incluso haciendo descuento al cliente, las empresas que se dedican a la distribución de materiales siempre ganan; es decir, el cliente está pagando sobreprecios que rara vez se ajustan a la baja, con lo cual los márgenes de utilidad que están teniendo los depósitos de materiales son altísimos.
No es descabellado pensar que las diferencias entre los precios reales respecto a los precios que se ofrecen al público, constituyen los montos de comisión que se pueden ofrecer a los que favorecen una determinada obra. Y es que la corrupción también se da en el sector privado, especialmente, en empresas cuya casa matriz no está en Costa Rica; dicho de otro modo, a diferencia de lo que se ha hecho creer, la corrupción también está instalada en el muchas empresas del sector privado.
Está claro que esta situación se puede dar con mayor impacto en el sector público. En efecto, es fácil pensar que el favorecimiento de un contrato público de construcción puede generar, entre el precio que ofrece la empresa distribuidora de materiales, el precio que ésta le ofrece a la empresa constructora que se queda con la licitación, así como el costo real de la obra en relación con el ofrecido en la licitación pública, márgenes de especulación más importantes para el pago de favorecimientos.
Hasta aquí estamos hablando únicamente de costos financieros que se pueden manipular a nivel contable, sin embargo, otra cosa son los materiales propiamente dichos. Para que nos entendamos, se pueden ofrecer materiales a un precio como si fueran de primera calidad cuando en realidad son de una calidad inferior; lo anterior implica un nivel de corrupción más sofisticado, ya que la posibilidad de detectar la inferior caridad es más complicado para el contratista y, casi siempre, la mala calidad se evidencia después de realizada la obra.
Estoy seguro que si usted ha llegado a este párrafo estará pensando, principalmente, en las obras viales que se han venido haciendo en las últimas décadas. Todos hemos visto obras que en un lapso de tiempo muy limitado, presentan un deterioro difícil de entender; la mayoría hemos visto que arreglan una calle que uno imagina le ponen asfalto o cemento con una resistencia adecuada para su uso y en poco tiempo está reventada o con huecos.
Se podrían citar múltiples ejemplos que se han dado en lo que llevamos de este siglo XXI, sin embargo, los dos descaros más grandes son la calle que se denomina “Ruta 27” y la que terminaron llamando “Trocha fronteriza” y que oficialmente se le denominó “Ruta Nacional 1856”. ¡Pobre don Juanito Porras!
Como siempre, no puede uno generalizar. Imagino que en ese sector hay gente muy trabajadora y honorable, pero el manejo que uno observa desde lo micro a lo macro, deja serias dudas. Y eso que no estamos aquí analizando las construcciones relacionadas con el lavado de dinero, ya que basta ver ciertos desarrollos para darse cuenta que se tratan de una lavandería a cielo abierto.
Y mientras tanto: Ayer domingo Keylor Navas no jugó porque Zidane le brindó descanso a algunos jugadores que fueron convocados por sus selecciones.