lunes, 20 de junio de 2016

No a la dependencia de los comentarios de algunos mexicanos

¿Por qué hay costarricenses que le dan importancia a los comentarios que hacen los mexicanos en relación con el fútbol costarricense?
Siempre me ha llamado la atención la necesidad que tienen muchos costarricenses, no todos, de estar pendientes de los comentarios que hacen los mexicanos en materia futbolística. LLama la atención porque no solo ellos hacen comentarios del fútbol de Costa Rica, existen comentaristas de otras nacionalidades que se expresan bien o mal de nuestro fútbol y, sin embargo, no se le da la importancia que sí se le otorga a los que realizan los originarios de México.
Este fenómeno no es nuevo y se viene dando desde hace muchos años. Sin ir muy largo en el tiempo, durante el mundial de Italia en 1990, recuerdo a personas estar muy pendientes de observar y escuchar qué decía José Ramón Fernández sobre las actuaciones de Costa Rica en aquel evento futbolístico; es decir, hay una necesidad de verificar si estos comentaristas ignoran o no lo hecho por los seleccionados ticos, se trata de una especie de narcisismo futbolístico que está en función de los comentaristas mexicanos.
El narcisismo futbolístico dependiente se amplía cuando se ha conseguido resultados que no se habían logrado antes. Por ejemplo, con lo sucedido en el campeonato mundial de fútbol Brasil 2014, una buena cantidad de costarricenses estaban pendientes de las cadenas internacionales (Fox o ESPN), donde los comentaristas son en su mayoría mexicanos, para observar si alababan o no el fútbol tico y cómo se expresaban de lo realizado en aquel momento.
No obstante, casi siempre esos mismos costarricenses, no todos, aparte de mostrar una personalidad narcisista, también se comportan de manera masoquista. En efecto, cuando al fútbol de Costa Rica no le va bien, también están pendientes de lo que dicen esos mismos comentaristas mexicanos; es decir, pareciera que disfrutan del maltrato y la humillación que muchos de ellos hacen en esos momentos en que ha habido un mal resultado o las cosas no han salido de la mejor manera.
Esta conducta masoquista de una buena cantidad de costarricenses, no todos, no solo es patológica sino que evidencia una autoestima baja de aquellos que están pendientes de los comentaristas mexicanos. Dicho en palabras sencillas, alguna gente en Costa Rica disfruta que haya extranjeros, en este caso mexicanos, que puedan reafirmar algunas ideas que algunos grupos a lo interno se ha encargado de meterle en la cabeza al tico, a saber: no somos capaces de hacer las cosas bien, todo en nuestro país se hace mal, somos subdesarrollados en lo futbolístico y como país, todo lo bueno lo hacen los extranjeros y un largo etcétera.
Vivir pendientes de lo que dicen los demás nos hace dependientes mentalmente. Lo peor de todo es que hay comentaristas en Costa Rica, no periodistas, que se prestan para hacer de caja de resonancia de los comentaristas mexicanos; en palabras sencillas, se convierten en reproductores y cómplices de fomentar esas conductas narcisistas y masoquistas que generan en una buena cantidad de fanáticos esa dependencia mental que, desgraciadamente, trasciende a otras esferas de la actividad de los costarricenses.
En lugar de una dependencia debemos procurar una independencia mental. En lugar de estar pendientes de qué dicen los comentaristas mexicanos, es necesario desarrollar la capacidad de autocrítica para corregir los errores que se han hecho; sin embargo, algunos costarricenses, no todos, en lugar de buscar la corrección para seguir avanzando, se regodean en el masoquismo o en un narcisismo enfermizo que nos condena a seguir teniendo una dependencia mental y a seguir cometiendo los mismos errores.
Fue la Selección de fútbol de Chile la que goleó a la Selección de fútbol de México, no la de Costa Rica. ¿Por qué mi alegría depende de lo que haga otra selección que no sea la costarricense? ¡Otra vez dependiendo de los demás! ¿Cuándo seremos independientes realmente?

1 comentario:

  1. Bueno, me parece que se está pendiente de la opinión de los mexicanos porque ellos han sido siempre muy arrogantes, creyendo que su fútbol está muy por encima de la altura de CONCACAF, y en general, del fublo de centro américa.

    Y si bien las críticas son válidas (y sin duda el fútbol tico necesita muchas), el hecho que los comentaristas mexicanos las hayan dado con tanto desprecio, para luego ser contrastado con una suprema goleada ante Chile al menos da espacio para un poco de schadenfreude.

    Pero por encima de todo está el elemento del circo: no hay duda que esos comentarios arrogantes elevan la teleaudiencia. La televisión no está hecha para hacer seminarios científicos sobre el arte del fútbol, ni de otro deporte. Esperar más es como querer que MacDonalds sirva comida gourmet.

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