lunes, 22 de diciembre de 2014

¡Y veréis cosas peores!

A continuación reproducimos en esta columna el texto de un documento encontrado en lo más profundo de las Cavernas de Barra Honda. Según los entendidos la escritura fue hecha con la mano derecha debido a los rasgos que presenta, a continuación el texto encontrado:
“Año dos mil quince del señor. La Costa Rica conocida encontrará su fin. Las trompetas del apocalipsis sonarán y los sellos serán abiertos, cabalgarán desenfrenados los jinetes de las malas noticias. La bestia llegará roja de sangre y todos, absolutamente todos, perecerán en aquella aciaga hora.
Los costarricenses morirán de hambre. Morirán convencidos que no son capaces de sembrar el arroz y los frijoles en su propia tierra. Los que cultivaban esos granos en otros países, no les venderán por temor a no ser resarcidos.
Los costarricenses verán extenderse en todo su territorio toda clase de enfermedades. La seguridad social se convertirá en un arma mortal porque todo, absolutamente todo el personal sanitario, se declarará en una huelga eterna. La epidemia descontrolada matará a los que se refugiaron en la sanidad privada, nadie se salvará, no quedará ningún habitante sobre el territorio de aquella nación.
Los costarricenses se matarán unos con otros. Las fuerzas de seguridad pública dejarán de trabajar y cada quién hará lo posible por protegerse a sí mismo; las fuerzas de seguridad privada serán masacradas protegiendo a sus pagadores, la tortura precederá su muerte y la de sus protegidos.
Las costarricenses verán la muerte por deshidratación. Las empresas privadas que sustituyeron al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, dejarán las fuentes de agua agotadas o contaminadas. La guerra fratricida por el preciado líquido provocará el aniquilamiento total, el mundo jamás conocerá cosa igual.
Los costarricenses verán el alejamiento de sus “amigos” extranjeros. Aquellos que antes venían para brindarle su desinteresado salario y su “inversión altruista”, huirán ante el desorden y la anarquía generada por los que querían salarios más equitativos para los trabajadores ticos. El grito de ayuda no será escuchado y los pueblos del mundo contemplarán la extinción de aquella nación.
Los costarricenses que vivían en fortalezas amuralladas morirían. La muchedumbre desesperada por un poco de pan y un trago de agua, invadirán sus enclaves y se tomarán la justicia en sus manos. Las escenas de muerte recordarán el horror de la barbarie y la mortandad de las grandes plagas. ¡La extinción será horrible!
El hedor de los costarricenses muertos se percibirá por todo el mundo conocido. Un fantasma colectivo recorrerá todas las latitudes del orbe, el alma del país más feliz del mundo se irá disipando en el espacio-tiempo. El Harmagedón desarrollado en la pequeña Costa Rica, se convertirá en la peor tragedia de la humanidad; los pueblos del mundo, jamás olvidarán los horrores que acabaron con aquel pueblo que creyó en el discurso de sus dirigentes.
Costa Rica perecerá irremediablemente. La devastación será total.”
Este mensaje me llegó a mi correo electrónico y venía firmado con las siguientes siglas: U.C.A.E.E.P. En un principio pensé que era la organización que agrupa a los empresarios costarricenses, sin embargo, luego me dijeron que las siglas no tenían nada que ver con ellos y aunque llevaban las mismas letras de su organización, el significado de las letras era el siguiente: Unión de Catastrofistas Asociados Especialistas en Estupidizar al País.
He querido compartir el texto con los lectores de Poliédrica, para que no se sorprendan y se asusten. No se extrañen que a inicios del próximo año, los profetas ticos, nos repitan lo que dicen los textos encontrados en las Cavernas de Barra Honda y que además, como corolario nos sigan diciendo: ¡Y veréis cosas peores!

No hay comentarios:

Publicar un comentario